Desde el punto de vista simbólico, las personas que engordan, en realidad lo que hacen es “protegerse” de los demás, o de algún tipo de situación o trauma instaurado en su cabeza.
En la obesidad no se acumula masa ósea, ni muscular, ni se agranda ningún órgano, ni se llena ninguna cavidad de aires malignos. Lo único que se acumula bajo la capa de la piel es una cantidad de grasa (energía estancada) que no se va a usar y se retiene una cantidad de líquido (emociones tóxicas), que el organismo no puede eliminar. Las células del cuerpo de una persona obesa, obedecen una orden de acumular grasa, y como sea, de no soltarla, no “quemarla”. Centrándonos en la grasa, ésta podría considerarse como un elemento comodín...