El Tarot Egipcio... es una ciencia hermética

La palabra hermética es sinónimo de cerrado. El hecho de que el TAROT EGIPCIO se conozca como una ciencia hermética viene de HERMES TRIMEGISTO, quién es asociado al Dios Thot de los egipcios, conocido como Abraham en la BIBLIA. Se dice que Hermes Trimegisto fué un profeta, tal como biblicamente se dice que lo fueron Moisés, David, Juan el Bautista y el mismo Jesús. Trimegisto es mencionado en libros de ocultismo como el sabio egipcio que creó la alquimia y desarrolló un sistema de creencias metafísicas que en la actualidad es conocido como hermética y se le atribuye la escitura del texto esotérico de escritura críptica, "La Tabla de Esmeralda" comparecido en la Edad Media y cuya lectura recomiendo. Sobre Hermes Trimegisto hablaremos con detenimiento en otro momento.

El tarot egipcio es una ciencia hermética porque esta enseñanza no estaba permitida a todo el mundo. El tarot egipcio era una escuela de filosofía mística dirigida únicamente a los hombres. En los países asiáticos (Egipto pertenecía al continente asiático), las mujeres estaban relegadas a las funciones y tareas de la casa; en ningún momento se les permitía el misticismo; estos estándares los vemos incluso hoy día en la religión, ámbito en el cual solamente los sacerdotes son los que siempre han dado la comunión, aún cuando recientemente se ha permitido que las monjas den la ostia, quien imparte la misa siempre es el sacerdote o el cura en la iglesia católica, los elders en la mormona, los pastores en la evangélica; fíjense entonces que en este ámbito religioso, la mujer nunca ha estado con la corona en la cabeza, pero sin embargo cuando se le pregunta a alguien, Quién te enseño a rezar? Es muy raro que contesten mi abuelo o mi papa, siempre responden mi mama, mi abuela, porque la mujer es la que siempre ha llevado esa parte mística, de influenciar a la familia en el aspecto religioso y sin embargo siempre ha estado a un lado en este campo. 

El tarot egipcio por lo tanto, es una ciencia hermética que había sido reservada solo a los elegidos.

Algunos historiadores afirman que hasta Jesús de Nazaret, cuando se desaparece desde los trece hasta los treinta y tres años, estuvo en la Escuela de los Esenios preparándose para la misión que tenía que cumplir