El Tarot Egipcio... es una mántica con una estructura ajena al consultante

La palabra mántica viene de mantra, es como decir  “Dios te bendiga”. Esta frase es un mantra, así como la bendición que nos manda nuestra madre todos los días., así como la palabra AMEN. En este sentido, debemos estar conscientes que una bendición tiene el mismo poder que una maldición, por esta razón cuando alguien viene a leerse las cartas debemos siempre dirigir la lectura all lado positivo de la situación. 

Hay que tener mucho cuidado  al momento de elegir con quien "leerse" las...

... cartas . Así como la fuerza energética de nuestras palabras y pensamientos puede crear o destruir, de la misma manera cuando una tarotista suelta al aire una lectura, “sentencia” lo que está diciendo. Si el consultante le da entrada en su mente a estas palabras, cristaliza la "sentencia" declarada por la tarotista. 

Recordemos que somos lo que pensamos

Por ejemplo, “la tarotista me dijo que si salía los martes me iban a robar”, pues seguramente vas a salir un martes y tevan roban, pues fue lo que quedó “decretado” por  la cartomántica o tarotista fué “archivado” en la mente del consultante y por lo tanto el cosmos -el universo- te manda lo que piensas. Igualmente, si estas triste y piensas que te vas a quedar sola, pues triste y sola te vas a quedar !. Si piensas que eres "Buena para Nada", pues Buena para Nada te vas a quedar !... Yo quiero una casita, una casita te van a dar!.... Yo quiero un palacio, un palacio te van a dar!... 

Yo soy próspera, yo estoy llena de amor, yo nací para ser feliz! ...próspera, llena de amor y feliz vas a ser!...

En otro espacio hablaremos del poder de nuestras palabras y pensamientos y maravilloso poder de creación y materialización.

Somos lo que pensamos. Hay lugares que acostumbran dar una lectura fatalista para pedir después dinero con la finalidad de hacer un supuesto "trabajo" para mejorar la situación, pues ustedes, que están ahora aprendiendo a leer el tarot... ustedes NO deben hacer esto !. Siempre deben dirigir al consultante para que trabaje en y con su propia mente y para que se conecte con el Ser Supremo por siempre. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice y dar siempre una lectura dirigida al aspecto positivo de la situación, para que así quede sentenciado.